El creciente uso del blog en el presente es lógico, dado que: Supone renovación de los materiales y estrategias didácticas. Esta capacidad de transmitir y manejar conocimientos de formas actuales es signo de que la Universidad está integrada en el mundo en el cual pretende insertar a sus discípulos.
Ha demostrado ser cómodo y útil, pues concede libertad a creador y visitante, siendo coherente con los rasgos de la Sociedad del Conocimiento (legibles en http://www.oei.es/revistactsi/numero1/trejo.htm ).
Su uso frecuente permite nutrirse de la experiencia, sacar mayor provecho a sus posibilidades, y apreciar y concienciarse de su utilidad.
Por último, necesita de constancia y mantenimiento, pues el blog constituye un lugar en Internet que puede ser visitado y evaluado en cualquier instante, y que como tal, requiere atención y esmero.
Sea como sea, lo cierto es que esta constancia, pese a ser dificultosa, supone un buen entrenamiento para quien en un futuro aspira a convertirse en educador social, una profesión que requiere de empeño y seguimiento permanentes, además de (como hemos visto, al igual que la realización de un blog) confianza en la evolución en el tiempo y el aprendizaje derivado de la experiencia, coherencia con la actualidad y el resto del mundo que nos rodea, y la capacidad de innovación y readaptación a los transformaciones tecnológicas y sociales.
El blog permite a los profesionales o expertos en una materia que no se encuentran cerca físicamente o en contacto fluido intercambiar informaciones y datos, impresiones y opiniones, juicios y conclusiones, y, en suma, crecer y aprender juntos. Y, concretamente a los profesionales de la Educación, que aceptamos y debemos barajar cada vez más sus distintos niveles (formal, informal y no formal), nos supone un cauce accesible y válido para la transmisión de contenidos, valores y pautas educativas.
Confío en que resulte de utilidad. Esta reflexión es también visible, junto a otras, en http://nnttupo.blogspot.com/p/blogosfera.html#comment-form .
